viernes, 26 de septiembre de 2008

un punto en el tiempo y en el espacio


Si un mosquito, que apenas vive un día, quisiese seguir paso a paso el desarrollo de un hombre (o una mujer para no generar diferencias), que al menos vive 70 u 80 años, tendría el serio inconveniente de perderse el 99.9% de la vida de esa mujer (o ese hombre). El anhelo del mosquito sería entonces, una utopía, porque moriría mucho antes de resolver sus interrogantes acerca de como nace, como vive y como muere un ser humano. Si existiese un mosquito que realmente tuviese la curiosidad por estudiarnos, de nada le serviría si observase a uno solo de los seres humanos. Pero si se fijara en un grupo de ellos, se daría cuenta que, afortunadamente para sus pretensiones, cada uno vive en un estado evolutivo diferente. De esta manera, observaría a un bebé, a una niña, a un joven, a un adulto y a una anciana concluyendo que cada uno representa una etapa evolutiva diferente de estos seres humanos y que estas se suceden en forma continuada desde su nacimiento hasta su muerte. Si comparamos la existencia humana con la edad del universo, nuestra situación no sería distinta a la del mosquito.
Los científicos han estimado que el universo tiene unos 15.000 millones de años, cifra que ridiculiza nuestros dos millones de años como especie inteligente, en realidad si consideramos solo al homo sapiens podemos reducir esta cifra a unos 200.000 años. En consecuencia, no podemos sentarnos a esperar que la evolución cósmica desfile ante nuestros ojos y nos revele así sus misterios. Sin embargo, para nosotros, es de gran fortuna el hecho de que cada componente estelar (estrellas, galaxias, etc.), se encuentre en una etapa evolutiva diferente, lo cual nos ha permitido determinar con bastante exactitud, como nacen, evolucionan y se extinguen. Para tener una idea más o menos clara acerca de la enorme extensión temporal del cosmos, juguemos con la imaginación y atengámonos a las sugerencias de Carl Sagan para graficar lo que ha sido de éste desde sus orígenes. El famoso científico estadounidense ideó un calendario cósmico en el que la totalidad de los 15.000 millones de años atribuidos al universo transcurren en un año terrestre. Según esta analogía, un segundo representa 500 años de nuestra historia y podemos fechar los acontecimientos más significativos de la manera siguiente.
§ 1 de Enero 00:00 hs: Se produce el Big Bang, la explosión inicial del huevo cósmico que dio origen al universo.
§ 1 de Enero 00:10 hs: Se produce la formación de los primeros átomos y la energía irradiada va llenando poco a poco el naciente espacio-tiempo.
§ 1 de Septiembre 00:00 hs:Se produce la formación del Sistema Solar a partir de una nube de gas y polvo.
§ 25 de Septiembre 00:00 hs: En la Tierra, hacen su aparición los primeros seres vivientes (microscópicos)
§ 15 de Diciembre 00:00 hs:Se rompe el monopolio de las algas verde-azules con la llamada explosión del cámbrico, donde los seres vivos se diversificaron de forma violenta adaptándose a los ambientes más disímiles.
§ 24 de Diciembre 00:00 hs: Aparecen los dinosaurios, dominadores absolutos del planeta durante 160 millones de años, hasta su extinción el 29 de diciembre.
§ 31 de Diciembre 23:00 hs: Aparece el Homo sapiens.
§ 31 de Diciembre 23:59:00 hs: El hombre comienza a vivir en la edad de piedra.
§ 31 de Diciembre 23:59:52 hs: Surge el imperio babilonio.
§ 31 de Diciembre 23:59:56 hs: Estamos en los tiempos de Jesús y del emperador romano Augusto.
§ 31 de Diciembre 23:59:59 hs: Cristóbal Colón descubre América.
§ 31 de Diciembre 24:00 hs: Tiempo presente.


De acuerdo a este calendario, toda la historia humana transcurre en el último minuto, de la última hora, del 31 de diciembre. Esto nos da una idea bien gráfica de lo efímera que ha sido nuestra existencia comparada con la evolución del universo. Pero nuestra insignificancia va más allá: el lugar físico que ocupamos en el espacio equivale a un átomo flotando en un océano inconmensurable. Esto no tiene una connotación despectiva , sino más bien una toma de conciencia de nuestro lugar en el universo y además situarnos en un lugar que contemple nuestra evolución, como especie y como individuos. De esta forma cambia el punto de referencia de nuestras vidas, las vuelve más universales.
En el índice de temas se puede consultar: “las distancias del universo” (4 de agosto), para tener una idea más acabada de por que somos un punto en el espacio, un partícula entre infinitos números de puntos.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Conciencia creadora


¿Pensamos alguna vez de que están hechos los pensamientos? ¿Es que acaso tienen alguna sustancia? ¿Acaso ejercemos algún control sobre ellos?
La mente esta estructurada en capas al igual que el universo, distintos niveles de vibración, de la superficie a la profundidad. Los niveles mas superficiales coinciden con el pensamiento ordinario, discursivo y caótico, carente de foco y concentración. Este tipo de pensamiento tiene una potencia, una densidad muy limitada. Solo capta y discurre en una pequeña franja de la realidad y no es capaz de mover ni una partícula de polvo.
Pero en las capas más profundas, de donde emerge un pensamiento vasto, que contiene la vibración misma del cosmos, la conciencia crea universos. ¿Y porqué teniendo este potencial incluido ya en nuestro diseño fundamental, como homo sapiens, como seres que estamos al tope de la evolución, hechos de la misma sustancia que el cosmos, dotados de conciencia universal; no podemos salir de esta pequeña individualidad, con una historia personal, con adicciones físicas y emocionales, con una personalidad remendada y previsible que repite todos los dias la misma rutina?

La respuesta es muy simple, porque no creemos que somos capaces de cambiar ni un ápice en profundidad, porque desde siempre estamos repitiendo los mismos programas, la misma forma de pensar, que nos parece segura y convencional (incluso en nuestras inseguridades).
Hemos sido condicionados para funcionar y creer en una realidad que es tan real y sólida como cualquier pensamiento y nunca nos enseñaron el verdadero poder de la mente. Siempre funcionamos en los lugares en los que la conciencia es demasiado débil como para ejercer una modificación sustancial. Nunca hemos tenido el tiempo para ocuparnos más que de nuestras necesidades emocionales adictivas.
El cerebro ha evolucionado para sobrevivir, es nuestro órgano de la supervivencia y traemos en nuestros genes información que compartimos incluso con los reptiles, Y lo podemos ver, hay mucha gente que entiende la realidad solo en términos de lucha o huida, de pareja, procreación y territorio. Esto es un ejemplo, pero es interesante.
El cerebro esta compuesto de neuronas que están interconectadas formando redes neuronales, y construye sus conceptos en base a la memoria asociativa. Pensamientos, sentimientos y recuerdos estan construidos y almacenados en esta red neuronal y todos tienen una posible asociación el uno con el otro.


El cerebro no discrimina entre lo que ve en su medio ambiente y lo que recuerda porque se activa el mismo grupo de neuronas. Estas células establecen una relación fisiológica entre sí y a medida que se repite esta activación el vínculo se vuelve fuerte y duradero. Si todos los dias te enojas, o te frustras o tenés los mismos miedos y dudas, estás reconectando y activando esta red neuronal cotidianamente y sosteniendo esta relación, de manera que ya luego al menor estímulo se disparan por si solas creando el mismo pensamiento, la misma realidad. Es lo que se llama "identidad".
Pero si interrumpimos este pensamiento, es decir, si empezamos a cortar este flujo de información que produce una corriente química en el cuerpo, esta relación a "largo plazo" desaparece, porque sabemos que las neuronas que no se activan no se conectan entre si.

Un primer paso, sencillo, que corta esta asociación de ideas y flujo neuroquímico, es la observación. Es sabido que el mundo subatómico se modifica y responde a nuestra observación. Pero no es tan sencillo. Una persona promedio pierde la atención cada 6 a 10 seg. por minuto, asi que quizás somos pobres observadores, no hemos desarrollado esa habilidad.

Hoy en día, los medios de comunicación, la influencia del entorno, la educación, todo hace que uno esté más pendiente de lo que pasa en el exterior que lo que sucede en nuestro interior. Por eso hemos ido perdiendo creatividad a expensas de concentrarnos en dar respuestas al entorno.
Y esto es un desafío al que nos enfrentamos si queremos evolucionar y mejorar como personas y como sociedad.
La respuesta sigue estando dentro de cada uno, en lo más profundo del ser.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El superar la mente


Si la mente se encuentra siempre calmada y tranquila, sin prejuicios ni objeciones, ni fuera ni dentro, indefinible, sin la menor traza de pensamiento, ésa es la mente firme, que no puede ser vencida. Si, por el contrario, se ve atraida por los objetos, cayendo siempre en la falsa búsqueda de la cara o cruz de las cosas, o escapando de lo que sea, esa es la mente confusa que debe ser rapidamente acallada. Si sigue por ese camino dañará las cualidades espirituales y producirá una pérdida de la vida esencial. Hagas lo que hagas controla siempre el exceso de emociones, de sensaciones, de cogniciones y no sufrirás aflicción alguna.
Poner en orden la propia naturaleza es como afinar un instrumento de cuerda. Si la cuerda está demasiado tensa, se cortará y si está demasiado floja, no sonará. El instrumento solo puede ser utilizado si existe una armonía entre tensión y flojedad.
Es también igual que la forja de una espada. Si hay demasiada cantidad de metal duro, se quebrará; y si hay demasiado blando, se doblará. Cuando los metales duros y blandos se mezclan en proporciones equilibradas, la espada tendrá una buena forja.
Si tenés en cuenta ambos principios al refinar tu naturaleza, se sublimará de forma natural y brillará por si misma espontaneamente.
"antigua enseñanza taoista"

viernes, 5 de septiembre de 2008

El cerebro y la música


Todos nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece “alegre” o nos parece “triste”. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la melodía de numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la musicoterapia recurre a estas melodías como método para curar o reducir diversos problemas de salud.
La idea de base es reconocer que gran parte de las enfermedades tienen su origen en el cerebro, quien luego transmite a una parte del cuerpo un estímulo determinado que reproduce una enfermedad. Con la musicoterapia se intenta hacer llegar al cerebro unos estímulos que le lleven a una relajación o anulación de los que reproducen la enfermedad a través de diversas melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes.
Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en los años 40 se comenzó a utilizar como rama de medicina recuperativa, con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, contribuyendo al equilibrio psicofísico de las personas. Hoy en día se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios,
El esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos: la interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento generador de energía y orden. La musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que provoquen en el individuo sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo.
El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del espacio vivenciados a través del propio cuerpo.
La herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal. Según Jonh Beaulieu, la entonación de armónicos afecta incluso al flujo de la kundalini de las tradiciones místicas. Tema muy relacionado con los mantras tibetanos realizados para limpiar los chakras y despertar su energía para alcanzar la iluminación.
La música actúa dentro de nosotros, de nuestra mente por medio de vibraciones naturales que participan en cualquier tipo de materia. En este caso, estas vibraciones se filtran en nuestra mente y a su vez ésta envía la orden afectando a nuestro organismo.
De esta manera, tenemos que la música puede curar daños como desequilibrios nerviosos, influye sobre el corazón y los pulmones, y más allá de cualquier enfermedad, también actúa positivamente sobre casos de alcoholismo, tabaquismo, drogas y hasta la prevención de suicidios.
La música posee las cualidades de una droga, positivamente hablando, ya que tiene la capacidad de estimular o reprimir funciones del organismo. Al mismo tiempo, la música dispone de un tipo de lenguaje que es imposible convertir en palabras. Es un lenguaje único que solamente se puede interpretar por medio de la energía y la vibración. Si nosotros no tenemos este conocimiento de manera conciente, nuestro espíritu, nuestra mente y nuestro cuerpo si lo tienen, así que basta una pieza musical para que mente, cuerpo y espíritu actúen solos. También la ciencia ha adoptado a la música como una forma de curación en los tratamientos de psicoterapia moderna.
La acción de la música es una eficaz terapia que actúa sobre el sistema nervioso y en las crisis emocionales, aumentando o disminuyendo las secreciones glandulares, activando (o disminuyendo) la circulación de la sangre y, por consiguiente, regulando la tensión arterial.
La música influye en nuestra mente y en nuestro organismo mediante la creación de emociones. Cualquier pieza musical puede influir ya sea de manera negativa o positiva, tanto puede causarnos depresión, angustia, estrés, ansiedad o ira, como puede relajarnos, causarnos alegría o equilibrio psíquico.
No hace falta saber de música para darse cuenta como influye cualquier pieza en nuestro organismo, basta con sentir que tipo de emociones despierta en nosotros. Las emociones negativas liberan sustancias químicas en nuestro organismo que obstaculizan su funcionamiento, las emociones positivas liberan sustancias positivas que colaboran a su buen funcionamiento.
El principal valor terapéutico de la musicoterapia reside en su influencia sobre las distintas emociones. También ejerce efectos sobre el metabolismo, la presión arterial, el pulso y el volumen sanguíneo, la energía muscular, la respiración y las secreciones internas. La terapia musical puede utilizarse para despertar la atención y prolongar la duración de la misma, así como para estimular las facultades de asociación y la potencia imaginativa.
También es excelente para producir escapes socialmente aceptables, asimismo, influye en la persona estimulando la confianza en sí misma.
La música ayuda a superar depresiones psíquicas, aliviar el insomnio y la tensión nerviosa y sobre todo, desvía la atención del paciente sobre si mismo, lo cual ayuda a disminuir su angustia.
También nos permite despertar el sentido de unidad, de integración social, ayudándonos a comprender y aceptar las ideas ajenas.
Pero la música es mucho más que una terapia, la música consigue lo que difícilmente se consigue por medio directo de la ciencia o las religiones, la música eleva el nivel emocional de la mente humana, proyectándola al infinito.

Sergio Giacobone